Tango si, Tango no

“Adiós, hasta la próxima” enuncia la profesora a cargo de la clase de salsa, mientras los alumnos se retiran y dejan vacío el salón para que los de tango, que esperaban ya vestidos y entusiasmados, para poder ingresar y comenzar su clase de las 20 . Este salón se ubica en el primer piso de la Asociación Española de San Isidro ubicada en la calle 3 de Febrero.  La clase de los domingos se llena más que la de los miércoles, unas 24 parejas toman estas clases dictadas por Nobo. Nobo es profesor aquí hace años y todos lo conocen por su sobrenombre, son pocos los que conocen su nombre de pila. Este es Gustavo Gutiérrez, quien es gerente general en Sitango.




Al ingresar al salón muchos de los alumnos de tango comenzaron a estornudar y a toser. Esto se debía a las mezclas de fragancias que habían dejado los bailarines del turno anterior. Este perfume daba la sensación de estar en una playa en Puerto Rico con gente que huele a mar y a arena , mientras alguien te fuma un cigarrillo a tu lado. Unos minutos más tarde los estornudos cesaron y por fin podían comenzar su clase.

Antes de comenzar con la clase, todas las parejas forman un círculo con una forma bastante dispareja y escuchan las indicaciones con mucha atención.  “Recuerden que aquí buscamos integrar al mundo del baile, a todas las personas que deseen vivir esta mágica experiencia y también venimos a aprender y a disfrutar” disparó  Nobo antes de comenzar la clase. 
Les ordenó a los alumnos que se juntasen en parejas para realizar ejercicios para practicar el traspié cruzado y un estilo de corte sincopado. Para poder realizar la explicación de los pasos el profesor llamó a Alicia, una señora de unos 60 años que ya lleva ocho años tomando clases en esta academia. Para poder aprender estos pasos complejos es necesario presenciar una clase donde lo expliquen lentamente o ver un video en youtube reduciendo la velocidad de reproducción a 0.25. 


Para poder realizar el traspié cruzado ambos bailarines deben comenzar enfrentados mirándose fijamente. El hombre debe tomar con extrema suavidad, como un policía forense toma las pruebas tras un asesinato,  la mano derecha de la mujer con su mano izquierda y colocarlas extendidas a la altura de los hombros. Al mismo tiempo ambos deben tomarse con la mano que les queda libre el hombro más cercano. En primer lugar ambos dan un paso lateral hacia la izquierda, luego el hombre adelanta en diagonal su pie derecho poniéndolo delante de su pie izquierdo,mientras al mismo tiempo la mujer mueve su pie izquierdo en diagonal hacia atrás poniéndolo por detrás de su pie derecho. En ese momento los 4 pies quedan alineados verticalmente. Al finalizar es acción el hombre y la mujer deben continuar el movimiento  con un paso hacia la izquierda para volver  a quedar enfrentados. Este paso se repite hacia ambos lados. 

Nobo explicó y ejemplificó junto con Alicia como realizar este complejo paso. Al finalizar esta exposición invitó a los alumnos a practicar los pasos en parejas. “Juntense los más experimentados con los más nuevos por favor, ayudemonos entre todos” le dijo a todos los alumnos con mucho entusiasmo.

Los alumnos comenzaron a moverse rápidamente, tanto como se mueven las hormigas cuando uno pisa un hormiguero y se pusieron en parejas para practicar el traspié cruzado en primera instancia. Cuando todos ya tenían una pareja con quien bailar, experimentaron por primera vez este nuevo paso. En primer lugar lo practicaron sin música, al ritmo de los aplausos y chasquidos de Nobo. Entre risas por los fallos y algunas explicaciones, ya la clase pasaba a tomar un tinte gracioso, gracia que comenzó a perderse cuando a varias parejas se les complicaba realizar con soltura y precisión los pasos tras varios intentos. Luego de un rato de práctica, Nobo conectó su celular al parlante via bluetooth y comenzó a poner tangos de distintos ritmos y velocidades para practicar. A medida que las parejas practicaban, los pasos iban saliendo y el ambiente volvía a ser de diversión.

Esta parte fue solamente el primer tercio de la clase. El siguiente tercio se basó en practicar                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        
un paso con estilo de corte sincopado con la misma explicación y el mismo método de enseñanza que el profesor había empleado para explicar el traspié cruzado. Este paso fue más simple que el anterior para todas las parejas, probablemente porque ya estaban bien entrados en calor, los pies estaban más ligeros (como pie de angel) y la confianza había subido después de haber logrado aprender un primer paso muy complejo. 
Una vez que todas las parejas pudieron realizar repetidas veces y a distintas velocidades los pasos, Nobo dejó unos cinco minutos para que todos puedan distender y descansar las piernas de cara a lo que iba a ser la última parte de esta clase de domingo. En ese momento Alberto, un fanático hincha de Boca y marido de Alicia, le pidió a el profesor que se fije como iba el partido contra Aldosivi, debido a que el no sabe buscar eso con tanta rapidez. “1 a 0 con gol de Tevez por ahora” le comentó, mientras continuaba buscando las canciones que sus alumnos iban a tener que bailar en el epílogo de la jornada. Una vez que todas las canciones ya estaban seleccionadas le pidió a los alumnos que se vuelvan a reunir en las parejas que habían formado para aprender los dos primeros pasos. Cuando todos volvieron a juntarse, se agarraron las manos y no se soltaron hasta terminar la clase, como si Nobo hubiera pegado todas las manos con pegamento industrial. 

Desde el parlante se reproducían tangos muy conocidos como Naranjo en flor, de Aníbal Trolio; Malena de Lucio Demare, Marioneta de Armando Tagini y Nostalgias de Roberto Pansera. Los alumnos de mayor edad no solo bailaban, sino que también cantaban, ya que estos eran los hits de su época de juventud.

Gustavo les permitía bailar libremente cada pieza, pero les pedía que traten de emplear los pasos aprendidos el día de la fecha. Además a algunas parejas, las más experimentadas también les exigía que hagan la “cadena invertida” y los “giros en ocho”, pasos que habían practicado la clase pasada. Incorporar estos cuatro pasos a una coreografía se volvía una tarea difícil para todos, menos para Alicia y Alberto, que parecía que habían practicado esos pasos con soltura durante la semana. Efectivamente esto había pasado, esta pareja tiene el hábito de bailar una hora por día, como una especie de deporte, para mantenerse en forma.
Se los veía bailar pegados y cuando se miraban a los ojos el amor irradiaba por todo el salón captando la atención de propios y extraños. 




Una vez que finalizaron estas cuatro canciones Nobo desconectó su celular y tras un corto silencio comenzó a aplaudir. Todos se sumaron a este aplauso que duró alrededor de un minuto. Finalizado este acto Nobo exclamó con emoción: “Gracias a todos  por venir, nos vemos el domingo, recuerden practicar durante la semana, cualquier cosa me escriben al Whats app. Buena semana para todos.” 

Uno a uno todos los alumnos saludaron a Nobo y cuando Alberto lo saludó, le dijo al oido: “Boquita ganó 2 a 0, no le reniegues a Alicia ahora”, a lo que Alberto respondió con una sonrisa. La última en despedir a Gustavo fue Alicia que le dijo con su calma voz.

-¿ Me vas a enseñar algún día a usar el spotify ese mi querido?

Si Alicia, la próxima le enseño, no se olvide de traer su celular

Se fue sonriendo y tomando de la mano a Alberto.

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